miércoles, 11 de febrero de 2015

Review: "The Ruby Circle," de Richelle Mead


SINOPSIS: Sydney Sage es una Alquimista, una de un grupo de humanos que toman parte en el mundo mágico, sirviendo como puente en el mundo de humanos y vampiros. Ellos protegen los secretos de los vampiros y las vidas humanas.

Luego de que su relación secreta es expuesta, Sydney y Adrian se encuentran enfrentándose a la ira de ambos, Alquimistas y Moroi, en ésta sensacional conclusión de la autoras Richelle Mead para su su saga Bloodlines, New York Times más vendidos. Cuando la vida de alguien que ambos aman está en peligro, Sydney arriesga todo para cazar a un antiguo nemesis. Mientras tanto, Adrian se involucra en un rompecabezas que podría ser la clave de un poderoso secreto sobre la magia, un secreto que podría sacudir el mundo de los Moroi para siempre.



RESEÑA: No es que esté decepcionada, pero bueno.

The Ruby Circle empieza en la corte Moroi, mostrando los problemas que Adrian y Sydney tienen, ya sea por estar tanto tiempo encerrados y los típicos problemas de pareja ya conocidos de ellos. Podría entrar en detalle, pero honestamente no me siento con muchas ganas. ¿Por qué? Porque aunque el libro se deja leer y es rápido, me encontré con que no sabía lo que estaba leyendo.

¿No les pasa que están leyendo algo y al final sienten que no saben lo que acaban de leer? Básicamente me entraba por un ojo y me salía por el otro. ¿Es eso posible?

Más de la mitad del libro se me fue así. Leía y leía pero realmente sólo la mitad de mi cerebro estaba registrando las cosas; la otra mitad estaba pensando en la gigante montaña rusa que fue Silver Shadows y que lo que estaba leyendo no le hacía mérito. 

Para ponerlo en una oración: El libro no me movió el piso.


No sé que era lo que esperaba, pero vamos, luego de toda la sensacionabilidad que Sydney mostró en Silver Shadows, lo mínimo que quería era algo similar en el último libro de la serie, y aunque tuvimos mucho de eso, siento que no fue tan real. Es decir, me gusta que Sydney sea tan analítica y que actúe con precaución, pero muchas cosas de las que decía rayaban en lo molesto. 
Cuando te estás enfrentando a tremendos peligros, a veces hay que actuar sin importar qué.
Y ella parecía no entenderlo. Estoy segura que Richelle lo hizo para crear conflicto entre ella y Adrian, y entiendo perfectamente eso, pero el balance entre crear algo de drama y ser cansona se fue al traste. Sydney fue mucho más agresiva, apasionada y espectacular en el libro anterior, en éste sentí que la autora ya no sabía que hacer con ella.


Y Adrian.
Oh, mi querido Adrian.
No sé que cosa Richelle hizo contigo.

Me pasó lo mismo que con Sydney: Adrian se pasó de canson pero tampoco hizo mucho. Algo contradictorio, pero es la verdad.
Honestamente esperé más de él en lo que se refería a la voz de su tía Tatiana en su cabeza. Estaba esperando la gran caída, pero realmente no la tuve. Richelle hizo muy claro que el amor que Sydney y él sentían podía con todo y todos. En teoría es muy bonito, pero necesitaba algo oscuro en ello, siendo sincera. 

Vamos, no me puedes poner una voz diciéndome a cada rato que hacer, que no hacer, poniéndome en contra de todos y haciendo que me cuestione hasta el aire que respiro y haciéndome sentir como mierda y no esperar que explote en algún momento.

La "explosión" de Adrian no es fue suficiente a mis ojos. Y lo hizo parecer tan débil. Me recordó al Adrian en el primer libro, así que sentí que me lanzaron hacía atrás y todo el avance del chico se volvió nada. 


Y voy a parecer como la bruja mala, pero realmente no me hubiese molestado que Jill muriese. Creo que sólo no lo deseaba con todas mis fuerzas por Eddie, Adrian y Sydney. Y, bueno, por Lissa. Pero de no ser por ellos, por mi Jill podía haber pasado al otro mundo. Tal vez sea porque necesitaba ese algo oscuro en el libro, ya que realmente la intervención de Alicia se me hizo tan rebuscada, ni siquiera recordaba a la tipa y se veía tan forzado de igual manera.

He dicho más que nada lo que no me gustó, pasemos a lo que sí me gustó.


Muy bien, veamos...

¡Adoré a Dimitri y Rose! 
En serio, son tan tan tan dulces y tiernos y hardcore juntos.
Cada que los veía reía y me derretía. La dinámica de su relación es una de las cosas que simplemente es perfecta. Aún se tratan como en Vampire Academy, aún se toman el pelo (bueno, Rose le toma bastante el pelo a Dimitri) y son tan asdfghjklñ juntos.


El bebé Declan es una cosita chiquita preciosa que daban ganas de morderles las mejillas. Me gustan los bebés, ¿vale?

También disfruté mucho a la madre de Adrian. La verdad es que fue un alivio entre todo aquel casi caos, y me gustó que apoyara a su hijo y a Sydney y fuese tan abierta a todo.

¡Las brujas! 
Las brujas fueron muy divertidas de leer, aligeraban el ambiente de golpe, en especial Inez.

El epílogo fue lo mejor de todo el libro.

Durante aquellas últimas paginas todo lo que no sentí en todo el libro, las sentí allí. Fue divertido, dulce, genial, inteligente y simplemente maravilloso. Así debió haber sido todo el fregado libro porque Bloodlines es una saga que considero divertida, pero no sé que pasó.

Bueno, si lo sé: a Richelle se le acabaron las ideas. Creo que se pudo haber hecho a Silver Shadows más extenso y resumir The Ruby Circle. Fácil. Se tomaba a TRC y se le añadía a SC y listo. Así sí que hubiese funcionado esto. 

En fin, realmente amé ésta saga, así que aún la considero entre mis favoritas a pesar de éste último libro. 





PD: Cada vez que se referían a Sydney como Sydney Ivashkov, reía como niñita de 6 años.
Y a Adrian le perdono de todo <3





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